Bogotá insinuates that Caracas provides cover for the ELN guerrillas and Chavismo responds by accusing the Colombian authorities of sheltering members of Tren de Aragua
With 80 people killed and 40,000 displaced by violence wrought by the leftist National Liberation Army (ELN) militia's fight with rival armed groups over drug trafficking territory in northeastern Colombia,
Gustavo Petro y Nicolás Maduro buscan plan contra bandas armadas en la frontera Colombia-Venezuela, ante violencia en Catatumbo.
Una nueva polémica ha generado el presidente Gustavo Petro, cuando aseguró este jueves 23 de enero haber hablado con el gobierno de Venezuela para unir esfuerzos en la incendiada frontera que completa una semana de violencia con más de 80 muertos y 36.000 desplazados.
The Colombian border village of Tres Bocas has become a ghost town as residents flee to neighboring Venezuela to escape a new wave of violence that has left at least 80 people dead and displaced thousands in Colombia’s Catatumbo region.
El presidente Gustavo Petro insistió este domingo que en Venezuela debe haber “elecciones libres”, luego de la ilegítima posesión de Nicolás Maduro como presidente del país vecino. Asimismo, volvió a condenar la idea de una intervención militar internacional para sacar al chavismo del poder.
Tarek William Saab, fiscal general de Venezuela, aseguró que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, utiliza hechos como la excarcelación del defensor de derechos humanos Carlos Correa para “atacar” al vecino país.
El presidente Gustavo Petro solicitó a la Fiscalía abrir una investigación al concejal del Centro Democrático Sebastián López por calumnia.
Government sends troops into coca-rich northeast Catatumbo region in bid to quell hostilities among rebel groups.
More than 8,000 civilians fled the violence, with many seeking shelter in government facilities or hiding in the mountains.
The unusually deadly violence delivers a devastating blow to the “total peace” program of the country’s first leftist president, Gustavo Petro.